Bárbaro II:
ACC...
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Menudo susto se llevó mi amigo el puma cuando creyó que su ceguera nocturna había empeorado, aunque luego optó por creer que simplemente había sido deslumbrado por las luces de aquel local, o por la rubia que lo atendía (al local, no a él).
En todo caso aquí quedó una prueba irrefutable de la cruda realidad: con esta situación, la gente se le mete a lo que sea aunque no tenga ni puerca idea de lo que está haciendo. Desde gerentes y mandos medios hasta el más insignificante pelagatos. Por eso cualquier atorrante termina haciendo avisos y cometiendo atropellos... heces en general, eses en particular, como la que pillamos sobrando en esta ocasión. Todo un accesorio...